jueves, 25 de octubre de 2007

Sobre la libertad de expresión

Que manía tienen las instituciones por controlar y normativizar todo aquello que se les escapa y que puede suponer una ligera amenaza contra el pensamiento único.

Los blogs, algunos, este no desde luego, comienzan a tener un cierto peso en la formación de opinión y eso molesta a los creadores tradicionales que temen que una nueva corriente de pensamiento se instaure y termine por generar un cambio estructural y apartarlos del poder.

Que motivación sino puede impulsar al gobierno italiano, por cierto, ya no en manos de Berlusconi, pero con los mismos síntomas como podemos ver, a desarrollar un mecanismo de supervisión y control que tendría como fin el obligar a los propietarios de los blogs a registrarse, pagar impuestos (como actividad editorial) y al mismo tiempo depender de un periodista acreditado como editor responsable. Quién da este último título, el estado, jeje.

Por otro lado, España no es ajena a esta tendencia, faltaría más, pero lo que se pregunta la batea es el porque de las clases dirigentes de cualquier país del denominado primer mundo en no atender las peticiones de sus representados.

Es evidente la fuerza ya no sólo de los blogs, sino de los foros, quién no los emplea antes de contratar un hotel, comprar un electrodoméstico y un largo etc. de ejemplos. El ciudadano, cansado de las campañas de marketing tradicionales y escarmentado por sus experiencias pasadas, ve más creíble la opinión de otros usuarios que el marketing de cada producto.

Y por otro lado, poner a un periodista como garante de la libertad de expresión y de la calidad y veracidad de las informaciones que nos hacen llegar no deja de tener cierta gracia, que más quisieran ellos que de verdad poder tener libertad de expresión y no depender de las instituciones bien públicas bien privadas que sustentan los medios convencionales de comunicación.


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